Análisis: Tintín: El secreto del unicornio

24 de octubre de 2011 a las 8:59 pm


Una semana antes del estreno en cines de Tintín: El secreto del unicornio llega el juego. Creado por la división de Ubisoft en Montpelier está disponible para casi todas las plataformas posibles y está claramente orientado a un público infantil o sin muchas pretensiones.

Todas las versiones son bastante parecidas entre sí, pero aquí analizaremos la de Xbox 360.

Comenzaré diciendo que nunca he sido fan de ese reportero belga con peinado ridículo, Tintín. He leído varias de sus aventuras pero soy incapaz de recordar nada de ellas excepto algunos de los personajes, así que no debieron impresionarme mucho. El juego, y me imagino que también la película, está basado en dos de sus álbumes, «El cangrejo de las pinzas de oro» y «El secreto del Unicornio».

Normalmente ni me habría fijado en un juego protagonizado por Tintín, y mucho menos en la película. Pero… el guión es de Steven Moffat (Joking Apart, Coupling, Sherlock, Doctor Who) y eso para mi ya es garantía de calidad, sea de quien sea la historia original. Y el juego es de Ubisoft, que incluso cuando no se esfuerza sigue sacando un producto entretenido.

En este caso tenemos una aventura típica integrada en su mayor parte por fases de plataformas en 2D (o pseudo-3D, ya que todo está creado con polígonos pero solo puedes moverte lateralmente), juntando además algunas otras fases de relleno en las que llevaremos un avión, un sidecar o manejaremos una espada.

Básicamente el juego es una versión en 2D de Prince of Persia. Tintín no tiene la misma gracia que el príncipe en sus movimientos, pero los emula bastante bien: sube saltando de pared a pared, se iza o descuelga por plataformas, se agarra a garfios, pelea (a puñetazo limpio, eso sí) y salta sin parar. Todo pasando por una gran variedad de escenarios como un castillo francés, grutas subterráneas o un palacio árabe.

Claro que siendo un juego que será disfrutado principalmente por niños la dificultad es mucho más baja que en un Prince of Persia habitual. Es prácticamente imposible morir, y si lo haces retornarás a un punto de control a escasos segundos de donde moriste. Está claro que no quieren poner muchos escollos en nuestro camino.

Tampoco te resultará muy difícil derrotar a los enemigos que aparecen. Estos lacayos no tienen muchas luces y casi siempre te los encontrarás de espaldas, preparados para recibir una buena tunda. Así es muy fácil arrojarlos por unas escaleras, tirarlos al suelo, dejarles caer un candelabro encima, poner una piel de plátano en su camino y tantas otras perrerías. Y si todo falla usa tus puños, que también son bastante eficaces.

Son curiosos a veces los escenarios en los que se desarrollan estas peleas. Todo está preparado para que no tengas que enfrentarte cuerpo a cuerpo si no lo deseas, y en su lugar te encuentras en zonas de varios pisos de altura (con la cámara alejándose lo suficiente para dejarte ver bien toda la acción) y trampillas por las que subir y bajar, puertas por las que entras para cambiar de piso, rejas que te permiten el paso detrás del muro para tomarte un respiro y objetos que usar para lanzarles a tus enemigos o para interaccionar con el escenario.

Incluso las peleas con los jefes tienen este desarrollo, forzándoles a que choquen contra muros, resbalen o les explote un barril de dinamita en la cara. La acción es frenética pero sencilla y en clave de humor. Apropiada para toda la familia, vamos.

Así se desarrolla prácticamente todo el juego, pero hay algunos momentos en los que varía el planteamiento por completo. De vez en cuando tomarás el control del perro Milú, desenterrando tesoros o entrando por agujeros demasiado pequeños para Tintín.

Otras veces estarás en un entorno 3D y podrás moverte libremente. En realidad con bastantes restricciones, ya que no puedes mover la cámara y a veces no ves por donde vas o si hay algún recodo que te dejas por investigar. Estas fases son casi de compromiso, las podían haber eliminado sin problemas.

También puedes controlar una avioneta y derribar a los enemigos o escapar de ellos en un mini juego que por suerte es sencillo (demos gracias por ser un juego para niños), porque sin tener un radar o algún tipo de indicación para saber donde están puedes ser tú el que acabe siendo abatido. Mayor suerte corren los momentos en los que tenemos que sobrevolar alguna isla, teniendo que maniobrar para esquivar todo lo que aparece o cae delante nuestro.

Las fases de sidecar son pocas pero entretenidas, y puedes cambiar entre pilotar la moto o disparar a los enemigos que se acercan.

Pero lo peor son las fases en la que llevas al Capitán Haddock (o a su antepasado) y tienes que pelear con la espada. Supongo que están hechas para aprovechar el mando de Wii o Kinect (aunque no he probado qué tal resultan) pero en Xbox 360 son simplemente desastrosas. El problema no es lo fácil que resulte matar a los enemigos (a veces un espadazo y listo) si no cuando aparecen los enemigos «especiales» a los que tienes que derrotar de una forma concreta.

El control consiste en girar el stick en la dirección que quieres que golpee, y pulsar el botón A para defenderte. Dicho así suena sencillo, pero además tienes que pulsar el botón mientras sostienes la espada en una posición concreta según el enemigo que encuentres, para defenderte mientras buscas una obertura. Según el enemigo cambia esa posición, y hasta que no lo descubres (no intentes consultar el manual, no te dice nada) irás muriendo unas cuantas veces.

Es esa sensación de que el control no responde como tú quieres (Haddock salta desgarbado en lugar de dar estocadas precisas) que hace que estas fases sean lo peor del juego. Y como la aventura está tan basada en la historia del antepasado de Haddock hay muchas más de lo que me hubiese gustado. Temblaba cada vez que veía que tocaba una de estas fases.

En general, Tintín consigue entretenernos y acompañarnos con una sonrisa durante toda su aventura. No es excesivamente larga, pudiéndola acabar sin problemas en 5 horas. Y eso contando que querrás buscar todos los coleccionables en forma de «cangrejos de oro» que hay repartidos por todos los niveles.

En cualquier momento puedes visitar una fase anterior para buscar los que te falten, y en la sección de Extras se irán desbloqueando todos los videos, además de modelos y artworks.

Pero si esto fuese todo, Tintín sería igual que cualquier otro juego basado en una película. 5 horas de partida y a otra cosa.

Una vez hemos acabado podemos entrar en el modo «Tintín y Haddock» que es una historia complementaria que se puede jugar en cooperativo. En realidad, más que una historia (que la hay pero es ridícula) es una sucesión de más de 20 fases que podemos abordar con todos los personajes del juego.

Imaginaos una especie de «LEGO Tintín» pero con una selección de personajes mucho menor. Aparte de Tintín y Haddock puedes jugar con Milú, Castafiore, Hernández y Fernández o el Capitán Hadoque (el antepasado de Haddock) No pueden competir con la variedad de un LEGO, pero al menos es un extra apetecible.

Naturalmente, lo divertido de este modo es jugarlo en cooperativo. No tiene las complicaciones de los LEGO para encontrar los coleccionables, y los puzles son tan sencillos que no debería llamarlos así. Pero en cada fase hay momentos en los que los dos jugadores deben colaborar para superar algún obstáculo, o elegir al personaje adecuado para abrir algún nuevo camino.

Y desde luego al final te puntúan por el número de monedas recogidas, así que todo vale: golpear a tu compañero, hacerle caer al vacío o tirarle objetos para que no pueda abrir ese cofre que quieres para ti.

Con las monedas podrás comprar trajes para todos los personajes: cabezones, chilabas, trajes de baño, cromados… hay bastante variedad y puedes cambiarte en cualquier momento durante el juego. Y con los engranajes que recojas podrás desbloquear nuevos niveles.

¿Quieres más? También hay desafíos. Lo malo es que se basan en las partes peores del juego: duelos con espada, carreras en sidecar o batallas de aviones, con varios tipos de pruebas. Si quieres conseguir todos los logros o trofeos del juego tendrás que superarlos con las mejores puntuaciones.

En definitiva, si te gustan los juegos que no presenten ningún desafío o eres fan de Tintín, este puede ser un buen juego. No aprovecha la potencia de la consola y tiene algunas fases que sobran, pero lo compensa con los extras y el modo cooperativo. Para los que no seais fans de Tintín siempre os quedará Batman.

 

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