Análisis: Picross 3D

25 de marzo de 2010 a las 4:10 pm

HAL Laboratory, conocidos por los juegos de Kirby y Super Smash Bros para Nintendo, sustituyen a Jupiter para desarrollar un nuevo Picross. Pero esta vez no jugamos sobre un tablero en dos dimensiones si no en tres, así que tendremos que averiguar qué forma tridimensional se está escondiendo en la caja (ortoedro, prisma rectangular… como querais llamarlo) inicial.

El resultado es un juego un poco más simple que el anterior, pero que puede ser más desafiante por la necesidad de visualizar la figura 3D que estás buscando.

Comenzando a partir de una figura formada por pequeños cubos, y que puede ser de cualquier tamaño, tendrás que seguir las pistas numéricas que hay en la superficie para ir rompiendo los cubos sobrantes y dejar solamente los que componen la forma que estás buscando.

La forma de trabajar es muy sencilla. La figura tridimensional tiene lógicamente un ancho, alto y fondo. En algunas de las filas y columnas que la componen verás números que indican cuantos cubos (seguidos) forman parte de la figura. El resto sobra. Si en una fila de tres cubos aparece un 3 quiere decir que todos los cubos son parte de la solución. De la misma forma, si aparece un 0 los puedes eliminar todos. Si aparece un 2 hay uno que sobra, pero seguro que el central es parte de la forma que buscas, así que lo puedes marcar. Si aparece un 1… tendrás que esperar a encontrar otra pista en otro momento, o eliminar los que creas que sobran al azar o viendo como está quedando la figura a resolver, suponer lo que es y obrar en consecuencia.

Marcando con el pincel los cubos que te interesan y eliminando con el martillo los que sobran irás perfilando la figura oculta. Con el stylus puedes rotar el cubo para poder ver fácilmente todas sus caras y seguir el proceso.

Una vez rompas el último bloque sobrante acabarás ese puzle y obtendrás una puntuación, que puede ir de 1 a 3 estrellas. La primera es por completar el puzle y la tienes segura, la segunda depende del tiempo que hayas tardado (hay un límite para cada nivel) y la tercera te la dan si lo has completado sin hacer ningún fallo.

Estas reglas base se amplian un poco con otras formas de enseñarte las pistas. Si ves un número en un círculo quiere decir que los cubos están divididos en dos bloques (un 2 en un círculo indica dos cubos en esa fila separados por al menos un espacio), y si ves un número en un cuadrado es que están divididos en 3 o más bloques.

Los puzles pequeños son fáciles de resolver así. Pero ahora imagínate que tienes un cubo de 10 por 10, sería imposible eliminar cubos en la parte interior sin antes terminar la exterior, cosa que normalmente no es posible. La solución es curiosa: tienes una solapa a cada lado que puedes arrastrar para ver las secciones interiores, mostrando una «rodaja» cada vez. La primera vez no entiendes nada, pero dominarás muy pronto su uso si quieres avanzar en el juego.

La parte que menos me gusta de solucionar estos puzles es que llega un momento en que las pistas no son suficientes y tienes que adivinar qué cubos quitar. Esto pasaba también en el Picross anterior, pero te daban herramientas para marcar las casillas de forma distinta y podías retroceder los cambios si no te llevaban a ningún lado. Aquí tienes que actuar a ciegas.

A veces es obvio lo que tienes que hacer, y puedes quitar sin problemas esa fila que ha quedado aislada en una esquina sin ninguna conexión con el resto, y otras veces tomas la decisión en base a la simetría de la figura. Pero cuando no puedes decidir y tienes que basarte en la suerte, te arriesgas a perder una estrella.

Pero… ¿para qué sirven las estrellas? Cada nivel tiene ocho puzles, y otros dos que solo se revelarán cuando consigas el número de estrellas que indican. Puedes pasar de nivel sin terminar los diez puzles, naturalmente. Y si te apetece, puedes rejugar un puzle que no habías acabado con la nota perfecta.

Cada puzle que terminas acaba entrando en una exposición junto a otros puzles de temática similar. Hay decenas de exposiciones y puedes ojearlas cuando quieras. Además podrás volverlos a hacer en una sección «Aleatorio», que como su nombre indica te permite resolver uno de los puzles que ya hubieses terminado escogido al azar.

Hay varios modos de juego, cada uno más difícil que el anterior, y entre todos acabarás con la friolera cantidad de 350 puzles. Pero eso no es todo: hay un editor de niveles, y puedes crear tus propios pasatiempos y compartirlos con tus amigos. Además te puedes descargar más puzles desde la conexión de Nintendo.

Gráficamente el juego cumple sin más. No es algo que preocupe ya que no tiene porqué destacar en esa faceta, y aún así se nota que han cuidado todos los detalles. Cuando acabas el puzle aparece una animación del objeto que has encontrado, y demuestran bastante imaginación.

En cuanto al sonido no hay mucha variación en los temas que van sonando mientras resuelves los puzles, pero al igual que la parte gráfica no es algo tan importante, y dice mucho de los desarrolladores que hayan conseguido que no desee bajar el altavoz para no escuchar la música.

En definitiva, un juego perfecto para los amantes de los nonogramas y que te entretendrá durante muchas horas. Es simple, pero consigue su objetivo y lo pasa con nota. Ahora a esperar a ver con qué nueva variedad de picross nos sorprenderá Nintendo la próxima vez.

 

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