Análisis: El testamento de Sherlock Holmes

13 de noviembre de 2012 a las 3:00 pm


Con más de un año de retraso llega por fin una nueva entrega de las aventuras de Sherlock Holmes. Su desarrollador Frogwares ha aprovechado este tiempo en mejorar el motor gráfico y el resultado se nota. La historia también consigue mantenerte en vilo y algunos de los puzles te pondrán a prueba.

La nota de prensa que ha publicado Focus Home relacionada con el juego lo hace parecer más interesante de lo que realmente es, con algunas mentirijillas y exageraciones incluidas. Te hacen creer que la aventura comienza cuando Sherlock Holmes es acusado de robo y fraude y que tendrá que evitar a la policía mientras la población deja de confiar en él. En cambio, casi todo sucede en las editoriales de un periodicucho y la gente sigue tomándolo como el gran detective que es. Sí, hay algo de verdad en las afirmaciones de Focus, pero yo no las habría usado para publicitarlo, al menos no intentando hacerlas pasar como el punto de partida de la aventura.

Y respecto a que los jugadores se enfrentan a una «investigación abierta en la que deberán decidir qué pistas seguir y cuales ignorar»… Ahí me siento especialmente engañado, porque da la impresión de que puedes moverte por Londres eligiendo qué pistas seguir, en qué orden hacerlo y que habrá incluso objetivos secundarios. Sí, soy muy ingenuo. El juego es completamente lineal, solo hay un punto en el que puedes elegir cual de las tres pistas disponibles quieres seguir y una vez lo decidas ya no podrás volver atrás hasta que termines esa zona. Y respecto a las pistas que puedes ignorar… ¡pues claro, como en todos los juegos! Siempre hay objetos que puedes examinar que son opcionales. Menudo descubrimiento han hecho.

Ahora que ya me he desahogado, debo decir que el juego no es malo en absoluto. La historia me parece mucho más completa, bien hilvanada (aunque sea muy enrevesada siempre hay un objetivo claro) y más adulta que la anterior. Y eso teniendo en cuenta que el juego anterior se basaba en los crímenes de Jack el Destripador. Queda bien reflejada la visión de Watson del «descenso a los infiernos» de Holmes, aunque luego no sea para tanto.

Incluso volveremos a Whitechapel, escenario de los crímenes del Destripador, y podremos reencontrarnos con los personajes y lugares de la entrega anterior, esta vez con un motor gráfico remozado. Se han acabado por fin las calles envueltas en niebla (bueno, las hay pero están ahí para ambientar, supongo), ahora podemos ver hasta donde nos alcance la vista y el resultado, junto a unas texturas y modelados más acordes a estos tiempos (aunque se note el bajo presupuesto) es excelente. Eso sí, no puedo perdonarles que Holmes pase por delante de un espejo y no se vea reflejado.

Aunque la ambientación y la recreación de algunas partes de Londres y sobre todo los barrios pobres está muy bien conseguida, las animaciones no lo están tanto. Los personajes se mueven de forma acartonada, y eso cuando lo hacen. Los extras que se ven por las calles de Whitechapel están quietos y responden a nuestros intentos de entablar conversación con ellos con alguna muestra de desdén. Aprovecho para comentar que el juego está en inglés con subtítulos en castellano, cuando el anterior venía completamente doblado. Las voces no están mal, pero a veces les falta algo de expresión y sobre todo un poco más de sincronzación. Si Holmes interrumpe a Watson en medio de una frase quiero oir sus dos voces superpuestas, no con un segundo de diferencia entre ellas.

Para pasearnos por Londres tendremos dos tipos de cámara. El primero te muestra el escenario en tercera persona y sustituye a la ya anticuada vista en la que se divide el juego en pantallas y te muestran una cada vez, enfocándola de forma «artística». Mientras antes era imposible moverse por las calles de Londres en esta vista porque cuando cambiabas de pantalla no sabías hacia qué dirección mirabas, ahora no tendrás problemas porque te mueves libremente por el mapa con la cámara a tu espalda. O si lo prefieres puedes colocarla donde te vaya mejor por si necesitases ver qué hay detras de tí.

El problema de esta cámara, y por lo que casi no la usé durante el juego, es que tu personaje tarda un poco en responder y echarse a andar, y parece ir demasiado lento. Muchas veces incluso se queda atascado delante de una puerta abierta, como si fuese un vampiro esperando a ser invitado.

Ninguno de estos problemas ocurre con la cámara en primera persona, aunque a cambio tu campo de visión es un poco más restrictivo. De paso evitas ver las rígidas animaciones del personaje al andar. Donde no es tan útil es para echar un vistazo rápido a toda la zona, ver tus alrededores y todos los puntos de interacción que tienes a tu alcance.

Según Focus los controles del juego han sido «pensados y desarrollados especialmente para su uso en consolas», aunque no me queda claro qué quieren decir porque los he encontrado exactamente iguales a los de Jack el Destripador. Te puedes mover libremente buscando pistas, y cuando estés cerca de algo que puedas examinar o coger o de alguien con quien puedas hablar aparecerá el icono apropiado. Tienes también un botón que te enseña alguno de los lugares cercanos con los que te falta interactuar. En el anterior lo mostraba todo, supongo que hubo quejas por lo fácil que se volvía el juego.

Incluso así es bastante fácil, porque solo tienes que ir moviéndote por todo el escenario para que se vayan iluminando los puntos en los que puedes actuar. Es prácticamente imposible dejarse algo por investigar, y como según el icono que aparece sabes qué es lo que puedes hacer (examinar o coger) tampoco tendrás nunca ninguna duda.

Es más, la interacción con los objetos del escenario es bastante limitada, y casi todas las combinaciones de objetos se llevan a cabo en la pantalla del inventario. Sería acertado decir que la parte de aventura en este Sherlock Holmes es ridículamente fácil (pero no por ello menos interesante).

Donde las cosas pueden llegar a complicarse es en la resolución de los puzles y minijuegos. Hay bastante variedad de ellos y casi nunca se repiten (solo recuerdo ahora mismo uno que consiste en forzar cerraduras) aunque en muchas ocasiones el objetivo sea el mismo: abrir alguna caja, puerta o maleta cerrada.

Hay algún minijuego (o sea, que requiere algo de habilidad) pero normalmente son simples puzles. Digo «simples» pero nada más lejos de la realidad: la solución de algunos de ellos son realmente diabólicas. A veces te dan pistas, alguna frase que te guía en lo que se espera que hagas (por ejemplo, en una secuencia de 3 números verás garabateado en una esquina «<3<«, o incluso la combinación que tienes que descifrar), algún poema, alguna foto con indicaciones… y otras tienes que descubrirlo por ti mismo sin ningún tipo de ayuda.

Me pareció especialmente obtuso el último puzle del juego, en el que no hay ninguna indicación de su manejo y es imposible resolverlo «a ciegas» sin saber lo que estás haciendo. Cuando lo juguéis ya os daréis cuenta.

Pero no pasa nada si no consigues resolver un puzle. Los desarrolladores de Frogwares han pesando en todo y si te encallas durante más tiempo del normal te ofrecerán la posibilidad de saltártelo. Como lo oyes: pulsa una tecla y te darán el puzle por solucionado. Eso sí, perderás el logro (o trofeo) asociado a resolver todos los puzles. No se puede tener todo.

Además de los puzles tradicionales seguiremos teniendo el tablón de deducciones. Watson apunta todo lo relacionado con el caso en su libreta, y además de poder leer todos los diálogos y documentos encontrados también lo usaremos para hacer deducciones.

Si has jugado al anterior juego ya sabes de qué se trata: todas las pistas encontradas en una escena del crimen se van apuntando en la libreta, y cada una lleva a una deducción: si encuentras una botella con sangre en la boca posiblemente es que hayan forzado al muerto que tiene sangre en los labios a beber su contenido. Combinando varias de las deducciones acabarás llegando a una solución.

El tablón no es más que una herramienta para avanzar la historia. Normalmente no deduces nada especialmente interesante, casi todo son revelaciones que averiguas si examinas los objetos y escuchas las conversaciones entre Holmes y Watson.

Por cierto, de vez en cuando encuentras a personajes con los que puedes hablar, y se muestra una rueda de diálogos en la que te salen varias opciones de conversación. Pero si piensas que tienes alguna libertad en elegir lo que quieres decir estás muy equivocado. Elijas lo que elijas solamente hay una opción correcta, el resto están para despistar. No perderíamos nada si la conversación fuese automática, pero supongo que es un comienzo y ya lo irán puliendo en juegos posteriores.

Comparando con el juego anterior creo que la variedad de situaciones ha descendido. Ya no hay autopsias ni recreaciones del crimen, por ejemplo. Lo que hemos perdido por ese lado lo hemos ganado en cambio por otro: el juego se centra en contarnos la historia y no pierde el tiempo con distracciones que no llevan a ningún lado. Precisamente los dos ejemplos que he nombrado fue lo que menos me gustó de la historia del Destripador.

Y gracias a eso la aventura consigue resultar interesante. Aunque no haya encontrado muy acertada la nota de prensa de Focus, algo de razón tenían en el contenido. Sí, Holmes parece estar volviéndose demasiado decidido e implacable en su investigación, hasta el punto de no estar seguro si realmente estaría dispuesto a matar a un asesino a sangre fría, mientras Watson los observa todo y se pregunta si su amigo no está llegando al límite y debería intervenir.

La aventura en sí parece una sucesión de ideas inconexas con un tenue hilo conductor y localizaciones poco inspiradas (una prisión, las cloacas o el jardín trasero de una casa) o que no casan mucho con el tipo de aventura, como las casetas de una feria abandonada con tiovivo incluido.

Al menos la investigación que rodea esos escenarios suele estar a la altura, con bastantes objetos que examinar y que normalmente dan pistas o esclarecen la historia aunque sea de un modo tangencial. Estarás despistado hasta el final sobre la relación entre todos los sucesos que ocurren desde el principio de la aventura, para los que hay una explicación aunque no sea especialmente intrigante.

En general, si te gustan los juegos de aventura tradicionales te gustará este Testamento. La historia es interesante, la duración es acertada (unas 12 horas teniendo en cuenta que puedes saltarte los puzles) y nunca perderás la sensación de que, por muchos escollos que encuentres en tu camino y situaciones que no parecen llevarte a ningún lado, estás avanzando poco a poco en una de las investigaciones más importantes de la historia de Sherlock Holmes.

 

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