Diario de juego: Final Fantasy XIII (1)

16 de octubre de 2012 a las 9:23 pm


Hace ya más de dos años que fue publicado el primer Final Fantasy de la nueva generación (exceptuando onlines), y la expectación era muy grande. A medida que se conocían detalles la decepción comenzaba a surgir: las declaraciones de sus productores de que «no habría ciudades porque costaba demasiado hacerlas en una consola HD» es solo un ejemplo de los escollos a los que se ha tenido que enfrentar el juego. No en notas, desde luego, ya que ha recibido ochos y nueves de las páginas y revistas más importantes, pero sí en la opinión desfavorable de los jugadores.

La queja más habitual es su linealidad: prácticamente todo el juego consiste en andar por un pasillo sin posibilidad de explorar, peleando contra los enemigos y viendo escena tras escena contándote la historia del enésimo grupo dispuesto a salvar el mundo.

Así que he pensado que ya era hora de ver por mí mismo quién tiene razón: la multitud que ha lapidado esta nueva obra de Square Enix tachándola de indigna de llevar el nombre de Final Fantasy, o los pocos defensores que piensan que los mundos abiertos están sobrevalorados y es mejor que te cuenten una historia al ritmo que decidieron los desarrolladores.

Abro mi copia de Final Fantasy XIII para Xbox 360 y me dispongo a sumergirme en el mundo del Nido…

Escribo esta primera entrada tras 8 horas de juego, que corresponden al primer disco de la versión de Xbox 360 y los cuatro primeros capítulos.

Teniendo en cuenta el espacio del que dispone un blu-ray, lo primero que me viene a la cabeza es si las escenas se verían mejor en una PS3, con una imagen más nítida por una menor compresión. Se ve bastante bien en Xbox, pero estoy convencido de que puede superarse. De todos modos, si se ve peor tampoco creo que la diferencia fuese apreciable por mí.

Lo segundo que compruebo son las animaciones tan… anticuadas que muestran los personajes. No en las escenas pregeneradas, que son soberbias incluso en los gestos y animaciones faciales. Si no en la forma de moverse por el campo de juego. Lightning corre de una forma exagerada y esperpéntica, doblando las rodillas hasta la altura de la cintura. Si la vistiesen de payaso creo que daría el pego. A Sazh le han obligado a compartir animación, por lo visto, aunque Snow corre como una persona normal. Entre eso y el ruido que hacen los pies al golpear los suelos metálicos, mi primera impresión ha sido fatal. Tras unas pocas horas acabé acostumbrándome, pero es algo que podrían haber cuidado un poco más.

Y naturalmente, no puedo menos que coincidir con los que opinan que el juego es «pasillero». Y ni se molestan en ocultarlo: la primera fase son unas vías de tren y pasarelas anexas estrechas. No tienes posibilidad casi de moverte ni explorar nada, porque está todo a la vista y si pudieses salirte del camino caerías al vacío y morirías.

Pero no puedes caerte porque han puesto bordes invisibles, a veces demasiado restrictivos. ¿Porqué no me dejan llegar hasta el muro que tengo delante y en su lugar me encuentro una pared invisible a dos metros de la pared real? ¿Tanto les costaba dejarme acercar un poco más?

Tras cuatro capítulos la sensación sigue siendo la misma. Sí, hay espacios abiertos, y a veces puedes elegir dar un rodeo de unos pocos metros antes de volver al mismo camino principal. Pero lo han restringido todo tanto sin ningún motivo aparente que da una impresión peor de la que realmente es. Y es que aunque todos los juegos son lineales, pocos lo demuestran tanto como este Final Fantasy.

En cualquier otro juego intercalarían este avance con alguna misión secundaria, y sobre todo ciudades en las que conocer gente y aprender un poco sobre la historia del mundo. Como aquí no hay nada de eso, la historia está contada en cinemáticas a modo de flashbacks previos al inicio del juego. Y es todo confuso e imposible de entender.

Por lo visto hay unos monstruos o máquinas llamados fal’Cie que «abducen» a personas, otorgándoles poderes mágicos y una «misión» que tienen que cumplir pero que sorprendentemente no saben cual es. Esas personas se convierten en lu’Cie y son temidos por el resto del mundo. Pero parece que hay dos bandos, con fal’Cie en cada uno de ellos, así que supongo que solo temen a los lu’Cie del contrario. Y diría que no todos los personajes del grupo están en el mismo bando, pero me ha resultado imposible saberlo a ciencia cierta.

Entre eso y la cantidad de detalles que aún no han explicado (o no he entendido) como el Nido, qué es la Purga, de qué lado están los PSICOM… estoy simplemente jugando esperando que en algún momento comience a quedar claro. Por suerte, las personalidades de casi todos los personajes están bien definidas y por ese lado resulta entretenido.

Decepcionado por la historia, queda por tratar el sistema de combate. No es exactamente por turnos, ya que si te quedas quieto el resto de personajes y enemigos puede seguir atacando, pero tienes menús por los que moverte si eres rápido.

De momento es bastante sencillo: elige la opción «atacar» y observa como te rellenan de forma automática tu barra de ataque con las mejores opciones basadas en las debilidades del enemigo (si las conoces) o el número que haya (por ejemplo para inlcuir un «golpe circular» o no)

Casi siempre tendrás suficiente con estas opciones por defecto, y solo tendrás que cambiarlas si te ves en apuros (y entonces usas una poción y revives a alguien) o quieres usar alguna habilidad especial.

El sistema de combate se completa con las formaciones. Cada personaje puede cambiar de «clase» durante el combate y ser fulminador (mago), castigador (guerrero), inspirador u obstructor (mago que da bonificaciones al grupo o penalizaciones a los enemigos) o sanador (curandero). Distintas formaciones asignan distintos roles a cada personaje del grupo. De momento no hay muchas variaciones, y a veces me gustaría que estuviesen intercambiados: no quiero que Lightning cure sino que ataque, pero no hay ninguna formación para conseguirlo.

Tras unos pocos combates resulta bastante natural cambiar entre formaciones mientras están ejecutando sus ataques, para estar listo para la siguiente fase. Quizá me interese cambiar a un grupo de sanadores tras el devastador ataque de un enemigo, o a fulminadores para que sus ataques en cadena consigan aturdirlo. Esta parte me está gustando.

La forma de mejorar tus personajes es mediante el Cristarium, un tablero en el que puedes elegir cada una de las clases e ir avanzando gastando puntos para conseguir mejoras de ataque, vitalidad o habilidades extra, entre otras cosas. Me ha parecido ver que intentar mejorar el rol de un personaje que no está preparado para ello (Ligthning como sanadora, por ejemplo) hace que gastes más puntos que si los usases en la rama de fulminador. Supongo que tiene sentido, pero al final acabas teniendo puntos suficientes (o casi) para mejorarlos a tope así que no hacía falta esta restricción.

Me gustaría más el Cristarium si me diesen más libertad de elección. Tal como está, es tan lineal como el juego. Hay una línea predefinida para llegar a todas las habilidades (aunque las ponen en círculos en 3D para intentarlo ocultar) y quieras o no tienes que pasar por todas para llegar a esa magia de Fuego que querías comprar. La esfera de Final Fantasy X no me pareció que fuese tan restrictiva.

Otro aspecto del combate que no me ha gustado nada: los eidolones. Tanto las peleas para que se unan a ti (la pelea contra Odín ha sido especialmente odiosa) como su uso en combate, que parece anecdótico, inútil y excesivamente enrevesado (¿qué es eso de la empatía, por favor?). Y si un eidolón no consigue derrotar a un lobo mal vamos.

Estas son mis impresiones por el momento. Podría parecer que no me está gustando nada el juego, pero no es cierto. Nunca he sido partidario de contar una historia con flashbacks (qué rollo que eran en Perdidos) y eso en un RPG acaba afectando aunque el resto del sistema sea interesante.

Eso sí, dejaré para la siguiente entrada lo que opino del taller, de las tiendas, las armas y su mejora, porque ahora mismo solo podría concluir que dan pena.

Nos vemos cuando termine el segundo disco.

 

3 Comentarios
  • 22 de octubre de 2012 a las 8:18 am
    #1

    Te confirmo que las cinemáticas son notablemente mejores en la versión de PS3, a simple vista es muy fácil darse cuenta, el dvd sigue teniendo sus limitaciones.

    Que el juego es «pasillero», pues poco más o menos como todos, y quizá el problema sea que en éste FF es demasiado evidente. Yo sinceramente lo prefiero así, el juego te propone una aventura completa de inicio a fin, y si cuando la acabas te quedas con ganas de más, empieza un segundo juego bastante más exigente.

    Espero que hayas jugado más y puedas ampliar éstas primeras impresiones pronto :-)

  • 22 de octubre de 2012 a las 1:44 pm
    #2

    Me imaginaba que sería mejor en PS3, por lo poco que he visto.

    La siguiente entrada tardarán un poco, me quedan aún varias horas de juego así que creo que por medio colaré las impresiones de algún otro juego.

  • 23 de octubre de 2012 a las 9:17 pm
    #3

    Bueno, creo que se de qué juego se trata así que esperaremos a ver esas impresiones.

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