999 (Nine Hours, Nine Persons, Nine Doors) es un juego para DS que ha sido desarrollado por Chunsoft y publicado por Aksys en América el pasado 16 de noviembre. Es posible que acabe apareciendo aquí de mano de alguna pequeña editora, pero ni está confirmado ni podemos esperar que llegue en otro idioma que no sea el inglés.

La premisa es en parte original y en parte el típico inicio de tantas historias de suspense. 9 personas han sido secuestradas por Zero, un psicópata que los usa en un juego mortal: se encuentran encerrados en un gigantesco barco y deben encontrar la salida antes de que se hunda, lo que ocurrirá dentro de 9 horas.

Cada uno lleva un brazalete con un número distinto del 1 al 9 que no se puede quitar y que sirve para abrir las puertas numeradas también del 1 al 9 que hay dispersas por todo el barco, con las siguientes restricciones: si una puerta tiene pintado por ejemplo el número 5 solo pueden entrar por ella un grupo de personas que formen una raíz digital igual a 5 (por ejemplo : 6 + 7 + 1 = 14 = 1 + 4 = 5) Además, solo se abrirá si entran entre 3 y 5 personas y luego se autentifican los mismos al otro lado. Si alguien incumple alguna de las reglas un explosivo que han tragado mientras estaban inconscientes estallará y morirá.

El objetivo del juego es encontrar la puerta marcada con 9 y salir por ella. El problema, claro está, es que 9 personas no pueden formar 2 o más grupos con el número 9 como raíz digital. Así que tendrán que buscar soluciones alternativas o tácticas un poco más inmorales si son capaces de llegar hasta la puerta de salida.

El personaje principal y al que controlarás durante el juego es Junpei, un joven universitario del que no sabemos gran cosa excepto que era amigo de la infancia de Akane, que también ha sido secuestrada y está con él en el barco. ¿Pero quienes son los otros 7 personajes? ¿Tienen alguna relación entre ellos o han sido elegidos al azar? Parte del interés del juego reside en encontrar las repuestas a estas preguntas y enterarnos de sus historias.

999 es una mezcla entre una novela y una aventura gráfica. Durante la novela la mayor parte del tiempo la pasaremos leyendo las conversaciones entre los personajes, los pensamientos de Junpei y las descripciones de los lugares, todo de forma seria y adulta con una pequeña concesión al humor muy de vez en cuando, como corresponde a la situación en la que se encuentran.

En esta parte hay muy pocos momentos en los que puedes tomar una decisión. Algunas serán muy tontas y sin ninguna necesidad (por ejemplo porque tenemos que dar una respuesta y solo una es correcta) y otras darán lugar a las bifurcaciones que harán que veamos una parte u otra de la historia.

Los personajes son interesantes sin caer en muchos de los estereotipos tan comunes en otros juegos. Siendo nueve los protagonistas sus personalidades no llegan a estar tan desarrolladas como desearíamos, pero aún así consiguen detallarse lo suficiente como para resultar creibles.

Entre unos buenos personajes, una buena premisa y unos textos que recrean de forma magnífica la situación, los pensamientos, actitudes y tensión entre los personajes, lo único que lo podría echar a perder es el ritmo de la historia. Y tampoco defrauda: el suspense está presente de forma constante, las conversaciones y revelaciones que se suceden te dejarán con ganas de saber más, y los sucesos inesperados que ocurren durante su aventura tienen la carga suficiente como para que no puedas soltar el juego durante horas.

Incluso los puzles están integrados perfectamente en la historia, dejando que los personajes mantengan conversaciones, se cuenten historias o comenten lo que se están econtrando. Esta parte del juego ocurre cada vez que pasan a través de una de las puertas numeradas. El lugar al que lleguen, ya sea una sala de máquinas, un casino o un camarote de primera clase tiene todas las salidas bloqueadas excepto una, y para abrirla tienen que resolver una serie de puzles o minijuegos.

Junpei verá sus alrededores en primera persona aunque no puede moverse libremente, solamente cambiar de posición para ver un lugar diferente, avanzar por un pasillo o para salir por una puerta o acercarse a examinar algún objeto con más detenimiento. Se puede tener una vista aérea de la zona en la pantalla superior pero no resulta necesaria.

Tu objetivo será encontrar, combinar y usar los objetos necesarios para resolver los distintos puzles que acaben abriendo la salida. Están muy bien pensados, son originales, principalmente lineales y no demasiado largos. Es casi imposible quedarse atascado porque te dan pistas constantemente.

Si no encuentras la solución a la primera puedes volver a examinar los objetos para que Junpei o algún otro personaje haga alguna observación que te ayude. A veces te dan la pista nada más encontrar el puzle (¿a quién se le podría ocurrir tirar de la cadena 4 veces seguidas?) pero otras tendrás que ser tú el que la pida, así que tienes la opción de pensarlo por tu cuenta.

El hecho de no poder acelerar la velocidad de los textos da algún problema en estas secciones. Cuando estás leyendo no importa mucho, pero cuando te están dando las instrucciones para realizar alguno de los minijuegos y tienes que repetirlo y leerlas 5 o 6 veces acabas harto.

No es hasta que acabas el juego que no comienzan a abrirse otras opciones. Es muy posible que el final de esta primera partida no haya sido el que tú te esperabas, pero no te preocupes: puedes volver a comenzar y esta vez elegir otras opciones y otros caminos.

Quizá ahora prefieras ver qué hubiese pasado si te hubieses obstinado en ir a través de la puerta que tú querías en lugar de hacer lo que decidió el grupo, o si te hubieses aliado con otros personajes en aquella fatídica decisión.

Por suerte en esta ocasión podrás pasar el texto de forma rápida, pudiendo saltarte las dos horas iniciales en cuestión de minutos. Lástima que los puzles se tengan que seguir jugando. En lugar de las 7 u 8 horas que puede durar la primera partida, los próximos recorridos te costarán la mitad o menos, dependiendo de tus nuevas elecciones.

Gracias a esto podrás jugar sus varios finales en menos tiempo, y querrás hacerlo porque la historia te dejará con ganas de más. Hay nuevos puzles, nuevas escenas entre los personajes, revelaciones, sucesos en tu aventura y por supuesto un nuevo final.

Casi todo lo que ofrece este juego es digno de las mejores aventuras. Solo tiene un par de fallos: uno es la velocidad de los textos, que es lo que hace que una partida dure más de lo que podría (solo con que te dejasen saltar los textos que ya has leido como en Phoenix Wright sería un gran avance), y el otro son las opciones que te ofrecen pero que no son necesarias. Hay una calculadora que solo es necesaria en uno o dos puzles (porque si estás jugando a 999 es que tienes más de 17 años y ya sabes sumar), un mapa del barco que nunca usarás y una opción de archivos que podrían haber incluido en el manual del juego.

El resto es subjetivo. Quizá no te atraiga rejugar una aventura y te conformes con el primer final que veas, o preferirías puzles más difíciles, o un juego más largo… Pero no es así. Si estás dispuesto a dedicarle el tiempo necesario para explorar todas sus posibilidades, en 9 Persons, 9 Hours, 9 Doors encontrarás una aventura adulta y bien escrita, con una base jugable redonda y una experiencia global muy satisfactoria.

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