CreÃamos que no se atreverÃan a sacarlo fuera de Japón, pero en Namco Bandai no se arredran ante nada.
Tony y el resto de culturistas de Muscle March llegan por fin a España, en su misión de repartir proteinas por todo el mundo. Disponible en WiiWare al precio de 5 euros desde el 19 de marzo es uno de esos juegos que no te puedes perder.
Y no porque sea bueno, que eso serÃa discutible, si no por la extravagancia de la situación que propone, la forma de presentar a los personajes bailando sin ninguna vergüenza ¡incluyendo un oso polar con braga naútica! y los decorados por los que se mueven (o mejor, se agitan) personas o animales que parecen recortables pero que tienen vida propia.
Los transeuntes nos animan, los niños juegan impertérritos, los animales relinchan, rebuznan y se asustan a nuestro paso y los coches frenan bruscamente mientras se les cruzan por delante una posse de culturistas en tanga dispuestos a linchar al ladrón de turno.
Y es que el objetivo en Muscle March no es otro que el detener a un ladrón que ha robado del gimnasio nuestro mejor bote de proteinas. Un jugador de fútbol americano, un campesino, un alienÃgena montado en un diminuto ovni o un conejo humanoide montado a caballito de otro son parte de los ladrones que se irán pasando el bote de proteina de uno a otro cuando consigamos detener a uno de ellos.
Para conseguir atraparlo toda la tropa lo seguirá corriendo agitando sus caderas y glúteos mientras colocan sus brazos en poses culturistas para deleite de los espectadores. El ladrón no le tiene ningún aprecio al mobiliario urbano, y atravesará muros de casas, cloacas o carteles publicitarios, romperá vallas privadas y pasará por densas zonas boscosas sin despeinarse, y naturalmente mientras lo hace adoptará una pose.
Todos sus perseguidores tendrán que adoptar la misma pose si quieren atravesar ese muro sin romperse la crisma. En el juego, la posición de cada brazo la controla la posición en la que coloquemos el wiimote y el nunchuck (hacia arriba o hacia abajo). Si te das demasiados golpes tendrás que desistir y dejar escapar al ladrón.
En nuestra persecución pasaremos por todo tipo de escenarios, desde ciudades con sus oficinas, apartamentos, casas con jardines vallados, calles con una gran densidad de tráfico (y asà aprovecharemos para correr por encima de los coches) y estaciones de metro, pasando por las afueras con sus granjas, caballos y casas tradicionales japonesas hasta estaciones espaciales habitadas por teletubbies, avestruces y niños con trajes antigravedad entre otra fauna, y con edificios gigantescos comunicados por tubos por los que pasaremos sin titubear ya sea por el interior o cayendo desde el aire tras romper una pared.
Todo está hecho para divertir y sorprender, y no dudan en mezclar situaciones cotidianas con cosas que no tienen ningún sentido, si no no irÃamos agitando las piernas en el aire tras atravesar las paredes de una casa a decenas de metros sobre el suelo para caer en un patio trasero lleno de pinguinos y policÃas, ni correrÃamos por un arcoiris rodeado de estrellas fugaces y fuentes soltando chorros de agua.
Todo el juego tiene un aire a Katamari Damacy o a todos esos juegos frikis japoneses que tanto nos gustan, por el colorido, la música pegadiza (pero poco variada, con muy pocos temas distintos) y lo absurdo de todo el conjunto.
Si no tienes suficiente con el modo historia también puedes acceder al Endless Rush, en el que perseguirás a un ladrón que corre cada vez a mayor velocidad hasta que acabes con las tres «vidas» de las que dispones. En este modo pueden jugar hasta 4 jugadores, lamentablemente alternándose entre ellos. Si pudiesen jugar a la vez podrÃamos estar ante todo un clásico.
Muscle March es asà de simple. Un juego para divertirse solo o en grupo dejando de lado cualquier prejuicio mientras manejas aceitosos y musculosos culturistas medio desnudos posando al sol.
Este artÃculo no tiene comentarios.