Esta es la tercera entrega de la saga Neptunia y poco a poco van refinando el sistema de combate y mejorando el apartado gráfico, mientras introducen nuevas mecánicas sin interés y destrozan personajes ya establecidos.

En esta ocasión Neptune viajará a un universo paralelo situado en el pasado, cuando solo existían Nintendo y SEGA y asistiremos al nacimiento de Lastation y Leanbox. Noire y Vert comienzan representando a esta primera generación (PS1 y Xbox) aunque la historia se alarga durante años hasta la actualidad, representando varios aspectos de la guerra de consolas.

Excepto Neptune y más tarde Nepgear el resto de personajes son versiones distintas (pero iguales en la práctica) de los personajes que ya conocemos, con las mismas personalidades y algún ligero cambio. Y para ser el mismo personaje es increíble como ha cambiado Neptune desde el primer juego, y para peor.

No entiendo quien podría divertirse jugando con un personaje como ella. Nunca había sido muy brillante, pero aquí la han convertido en la mocosa más mimada y repelente que he visto jamás (con permiso de los personajes de Star Ocean IV), que solo piensa en hacer el vago y luego echar una siesta, para descansar de hacer el vago. No quiere responsabilidades ni hacer su trabajo como CPU (principalmente ayudar a sus ciudadanos y creyentes) aún a sabiendas que es su deber y por tanto burlándose continuamente de Histoire, la consejera que acaba haciendo todo su trabajo. Además la voz tan chillona que le han puesto no hace más que reforzar esta impresión, y la frase «todos los turnos tendrían que ser míos» que suelta cada vez que le toca su turno en combate me hizo poner el juego en japonés, porque había acabado harto de su voz. No sirvió de nada, en japonés no entendía lo que decía pero el tono seguía sacándome de mis casillas.

Si solo fuese Neptune aún sería soportable, pero es que el nuevo personaje de Plutia tiene prácticamente el mismo comportamiento. Siendo una niña más pequeña (va incluso con un muñeco de peluche en las manos) parece haberse contagiado de Neptune y su voz de niña es aún más irritante que la de ella. Con estos dos ejemplares de «diosas» no es de extrañar que SEGA haya dejado de fabricar consolas.

Cuando Plutia se transforma en la CPU Iris Heart su personalidad cambia radicalmente para convertirse en una dominatrix con tendencias sado-maso, interesada tanto en sus compañeras como en cualquiera de sus enemigos, ya sean humanos o animales (animales parlantes y humanizados, por lo menos). Como prácticamente la totalidad de personajes que aparecen en estos juegos son de sexo femenino todo el diálogo está lleno de insinuaciones de sexo lésbico entre ellas cuando Iris Heart está presente. La verdad es que suele haber algo de humor en estas situaciones, y encuentro mucho más incómodo leer las continuas faltas de respeto de Neptune y Plutia hacia todos los que las rodean, incluyendo sus amigas, haciéndolas pasar por gracias porque «ellas son las protagonistas».

Por suerte el resto de personajes son más normales, y más adelante tendrás los suficientes como para montar tu grupo como prefieras. Si consideras que Neptune y Plutia son encantadoras puedes incluirlas, y si no relegarlas a la segunda fila como apoyo o dejarlas en el banquillo.

El combate sigue contando con la mecánica de los «partners», personajes que se mantienen en la retaguardia mejorando al personaje que tienen delante con algunas habilidades extra o permitiéndoles usar ataques conjuntos dependiendo del «lily rank» entre ellas (el afecto que sube cuando combaten juntas). En esta ocasión este rango tiene algo de utilidad (o más bien falta de ella) porque algunas habilidades de apoyo solo tendrán efecto dependiendo de la amistad entre ellas, y te encontrarás que no merece la pena emparejar a dos personajes porque no obtendrás ninguna ventaja, ya que el lily rank tarda demasiado en aumentar.

El resto del sistema es una mezcla de los dos juegos anteriores. Cada personaje va recibiendo habilidades de combate nuevas a medida que sube de nivel, y puedes configurarlas a tu gusto con el único límite de los puntos CP que tienes según tu nivel y que cuesta cada ataque. El botón triángulo son ataques rápidos, el cuadrado ataques fuertes y el aspa son ataques que afectan a la guardia del enemigo. Puedes configurar secuencias de tres ataques distintos sobre cada uno de estos botones y cada turno consiste en 4 ataques: uno básico y una secuencia de tres ataques de los que hayas configurado.

Prefería el sistema de MK2, en el que cada acción gastaba puntos que recuperabas golpeando y siendo golpeado, y que podías acumular entre turnos para hacer ataques más potentes. Aquí es todo demasiado estático, pudiendo hacer siempre únicamente los mismos ataques.

Si tienes energía suficiente (que acumulas dando y recibiendo golpes en una barra EXE de hasta 4 bloques) al final de cada secuencia podrás elegir un ataque EX, o también puedes gastar puntos de habilidad en un ataque especial o emplear un bloque o más de la barra para lanzar los ataques más poderosos.

Durante el combate te puedes mover por el campo de batalla dentro de un rango que depende de tu habilidad de movimiento y rodear a los enemigos o colocarte de forma que puedas atacar a más de uno a la vez según el alcance de tu arma.

Y naturalmente puedes activar la forma HDD y convertirte en diosa, con mejores características de ataque y defensa. Esta activación cuesta puntos de habilidad pero solo una vez, a diferencia del juego anterior MK2 donde cada turno tenías que mantenerla. De esta forma puedes conservar esta forma durante toda la batalla, lo que puede hacer las cosas demasiado fáciles.

Pero para evitarlo han aumentado la dificultad, sobre todo al comienzo del juego, de una forma exagerada. Si sigues la historia, entras en cada uno de los escenarios y matas a todos los monstruos que hay dentro no estarás preparado para las peleas con los jefes. Supongo que por eso han hecho que los monstruos vuelvan a aparecer al cabo de algunos segundos, para que puedas matarlos una y otra vez y subas de nivel.

Peor aún, en un dungeon puede haber enemigos excesivamente difíciles mezclados con los normales (y no hablo de los mini-jefes que están marcados en el mapa) y entrar en combate con ellos sin ninguna indicación de que vas a hacerlo. Aunque lleves un nivel adecuado estos enemigos te masacrarán o te obligarán a usar tal cantidad de objetos curativos que tendrás que salir del dungeon a comprar más. Y ya no hablemos de cuando un enemigo se convierte en su versión «viral», recuperando toda su energía y doblando su fuerza, más de una vez me han matado a todo el grupo en dos turnos sin darme posibilidad de defenderme.

El juego está completamente descompensado y no es un caso de verte obligado a buscar una estrategia para derrotarlos, porque no hay ninguna. Cuando te pueden matar de uno o dos golpes (a veces a todo el grupo si es un ataque de área) y tú necesitas varios turnos para matar a un único enemigo no puedes intentar usar ataques mágicos, o infligir estados alterados en el enemigo o en tu grupo o cualquier otra estrategia que se te pueda ocurrir. Simplemente no tienes tiempo de nada más que no sea sobrevivir o huir.

También es cierto que te van condicionando sobre la necesidad de mejorar tu nivel, y no solo haciéndote enfrentar a enemigos poderosos. Al final de cada capítulo te califican según varios parámetros: las misiones finalizadas, monstruos derrotados, cuota de Planeptune conseguida y el uso de los scouts.

Si quieres una puntuación perfecta necesitarás hacer muchas misiones, gran parte de las cuales te enfrentarán a enemigos de más nivel o te obligarán a recorrer bastantes dungeons una y otra vez. Y si quieres conseguir el 50% de cuota para Planeptune más de lo mismo. Mi mejor puntuación fue 26 sobre 40, y es que hacer misiones es muy aburrido, sobre todo cuando no tienes ninguna indicación de adonde ir para completarlas.

La última calificación viene del uso del sistema de scouts, una nueva adición para este juego. Consiste en una serie de exploradores que puedes enviar a cualquiera de los dungeons que hayas visitado y de los que a veces volverán con algún descubrimiento: dinero, objetos, cambios en el dungeon (más experiencia o nuevos objetos o enemigos) o dungeons nuevos opcionales entre otras posibilidades.

Estos exploradores tardan un tiempo en volver y luego tienen que descansar antes de poderlos volver a enviar. El tiempo solo pasa cuando tú estás en algún dungeon, así que en un capítulo (que puede consistir en 2 o 3 dungeons) no te dará tiempo a usarlos mucho a menos que te dediques a hacer misiones. De todas formas se puede abusar del sistema, ya que simplemente el entrar y salir de un dungeon hace pasar el tiempo completo y podrás reusar a los exploradores todo lo que quieras. Si al menos sirviese de algo hacerlo… Es un sistema al que no le veo ningún futuro para la siguiente entrega.

Y encima los dungeons no son originales si no copias descaradas del anterior juego. Es cierto que el mundo es el mismo, pero no es normal que haya 4 o 5 plantillas y el resto de dungeons sean copias casi exactas unos de otros. Por suerte han comenzado a mejorar los gráficos y por ejemplo los bosques se ven más llenos de árboles o ríos en lugar de estar desiertos como antes.

Y si el apartado gráfico consiste en modelos y escenarios reciclados una y otra vez el apartado sonoro no se queda atrás. Esta vez no he notado un uso tan descarado de temas anteriores, pero sigue estando ahí. Las voces son lo mejor de todo, excepto por las quejas que ya expuse antes sobre Neptune y Plutia.

Es una lástima que haya personajes tan aberrantes porque tomada en su conjunto la historia y los personajes tienen un encanto propio, se lo toman todo a broma usando los típicos clichés de las historias de los juegos de rol (o cualquier otro tema) para hacer chistes sobre ellos, y llegan incluso a hacer referencias hilarantes respecto a problemas de diseño de los juegos anteriores. Es una aventura que te mantendrá entretenido y sonriendo continuamente durante las 40 horas que puedes tardar en ver el «final verdadero», excepto en los momentos en los que te gustaría estampar el mando contra el suelo por la dificultad de algunas peleas.

Ya hay anunciados varios juegos para tan pronto como finales de este año y supongo que jugaré la continuación si sale en occidente, que parece que será una «guerra» entre las CPU y las nuevas ídolos musicales que les roban popularidad. Lo único que pido es que refrenen un poco la estupidez de Neptune y se deshagan de Plutia y las referencias a ciertas prácticas (pedofilia y tortura entre otras) que no tienen cabida en un juego humorístico. Soy optimista aunque seguro que acabaré llevándome una decepción.

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