Vaya por delante que no he jugado nunca a un tÃtulo de Nippon Ichi, asà que no puedo juzgarlo en relación a otros de sus juegos como Disgaea o Prinny, si no únicamente en base a otros juegos del género y lo bien (o mal) que me lo he pasado con él. Y la verdad es que lo he encontrado muy limitado y con detalles desesperantes.
The Witch and the Hundred Knight es un juego de acción al más puro estilo Diablo, al menos en apariencia, con vista aérea y una cámara con poco recorrido. Pero flaquea en la sensación del movimiento, el feedback durante el combate, la ausencia de habilidades, los picos de dificultad y el lÃmite de tiempo, entre otras cosas. Quizá la decisión de convertirlo en un juego de mundo abierto para luego echarse atrás haya afectado a su desarrollo, pero en los 3 años que han tardado en acabarlo deberÃan haber visto todos los problemas básicos que encuentras nada más comienzas a jugar.
Hundred Knight es un diminuto y cabezón ser mágico con casco, pañales y unas manos enormes que lleva arrastrando por el suelo, con un diseño de lo más genérico. Metallia es una bruja criada en soledad en el pantano, enemiga del resto de brujas y malvada como la que más, tan dispuesta a convertir en rata y cocinar a su madre (qué cosas tan raras come) como a ejecutar a sus enemigos sin compasión. Pero naturalmente no tardaremos mucho en descubrir su lado amable, y aunque se veÃa venir que ese mal carácter no podÃa durar mucho siendo la protagonista, es tan previsible que le quita fuerza a las amenazas que hace, porque cuando ves que se echa atrás una vez y otra y otra… te preguntas para qué la han querido hacer malvada en primer lugar.
Exceptuando a Metallia y su criado Arelecchino, el resto de personajes no son nada interesantes (Hundred Knight no tiene personalidad), y en ocasiones aparecen durante unas escenas y luego desaparecen para siempre. La historia trata de la intención de Metallia de convertir todo el mundo en un pantano ya que solo puede moverse por lugares en los que se encuentre el repugnante y tóxico mejunje del que se compone. Para ello envÃa a Hundred Knight a diversos lugares, buscando pilares que hacer florecer (esparciendo asà el pantano) mientras elimina a todos sus oponentes.
Hundred Knight puede entrar en las casas de los poblados que encuentra para visitarlas (y comprar algo si son tiendas) o asaltarlas y quedarse con el objeto que tengan sus propietarios. Es una manera como otra cualquiera de conseguir objetos sin ponerlos en cofres, muestra la mentalidad de Metallia de conseguir lo que desea por la fuerza y te sube el contador de Karma.
Sigue asà y los aldeanos te atacarán en cuanto te vean, algo que puede ser molesto porque tú no puedes matarlos a ellos. De todas formas, a mi no me sucedió nunca.
Los niveles son bastante grandes y te costará bastante explorarlos por completo, aunque muchas veces tampoco es necesario. La función de automapeo está ligada a una mecánica de «gigacalorÃas», que en esencia actúan como un lÃmite de tiempo y de vida. Su número comienza en 100 y va disminuyendo rápidamente a medida que descubres el mapa, o menos si andas por zonas ya exploradas. También se gastan si tienes que recuperar vida (es automático si no usas objetos) o cuando atacas, o bloqueas o corres. Cuando te mueres gastas 25 para revivir. Cuando te quedas a cero pierdes el 30% de tus caracterÃsticas y si te matan te echan del nivel, perdiendo la mitad de la experiencia acumulada en ese viaje y todos los objetos recogidos. Es decir, las gigacalorÃas se usan para todo y son un estorbo cuando quieres explorar el mapa de una pasada y sin prisas.
En la práctica tienes dos opciones: ir poco a poco encontrado pilares y volviendo a casa para recuperarte, o hacer uso de todas las posibilidades de recuperación de gigacalorÃas que ofrece el juego para estar dentro del nivel el mayor tiempo posible. Esto es necesario porque te puntúan en base a los enemigos que matas y cuando sales del nivel te dan objetos cada vez mejores cuanto más puntos tengas. Además consigues puntos que puedes gastar en los pilares, ya sea para mejorar tu personaje durante esa incursión o reponer gigacalorÃas. También puedes usar objetos para reponerlas, aunque son poco comunes, o devorar enemigos cuando estén a punto de morir. Normalmente no tendrás muchos problemas en explorar un nivel entero, pero hay algunos casos en los que los niveles son grandes o complejos donde te costará bastante resistir.
Puedes equiparte con hasta cinco armas, haciendo más daño si las ordenas en base a un número que trae cada arma y golpeas de forma seguida con ellas. Hay martillos, lanzas, espadas o cetros mágicos, algunos más lentos en golpear que otros, como los martillos, y otros que al usarlos no parece que conecten como las lanzas. Al principio te preguntas si realmente estás golpeando, luego ya no te importa y simplemente vas aporreando el botón de ataque.
Cada arma tiene un tipo de ataque (contundentes, afiladas o mágicas) que pueden afectar en mayor o menor grado a los enemigos. Quizá alguno sea invulnerable a las armas con filo y no le hagas daño o muy poco, y te veas obligado a cambiar tu equipo para derrotarlo. Esto solamente tiene sentido con los jefes, ya que es una pérdida de tiempo hacerlo con enemigos normales. Como suelen venir en grupos de diversos tipos, las armas adecuadas para unos no son efectivas contra los otros, y sale más a cuenta simplemente salir corriendo.
Esto lo verás cuando llegues al tercer nivel, en el que tus armas son completamente inefectivas contra los primeros enemigos que ves. Además son muy rápidos, golpean duro y te matarán varias veces hasta que te des cuenta que no merece la pena intentar derrotarlos. Es un salto en la dificultad inesperado pero no es el único: la pelea final del capÃtulo seis es caótica sobre todo por los movimientos de cámara que suceden cuando al juego le apetece, y en los últimos capÃtulos de uno de los finales alternativos te encontrarás con que los enemigos de repente tienen 10 niveles más que tú y te matan en 3 golpes.
Y esto sin contar otras extrañas decisiones como los ataques con veneno casi imposibles de esquivar y que son recurrentes en varios niveles, los enemigos que se abalanzan hacia ti y te dejan atontado durante varios segundos, los ataques de sueño que te tienen 20 segundos sin poder moverte (si no te golpean antes) o los niveles en los que no ves nada porque delante de la cámara hay paredes, árboles o cualquier cosa que cuelgue del techo tapándote la visión.
Puedo continuar nombrando las cargas continuas. A los 60 segundos iniciales antes de que aparezca la pantalla del menú se suman cargas más pequeñas pero aún más molestas cuando entras en un nivel (unos 10 segundos), cuando te matan y revives (20 segundos), y otras de 2-3 segundos pero que suceden continuamente cuando entras en el menú del juego o miras el mapa o te teleportas o cambias de equipo…
Las peleas contra los jefes no suelen tener ninguna dificultad. Casi al comienzo del juego te dan una habilidad que te permite aumentar sustancialmente tus atributos a cambio de usar gigacalorÃas de forma continua hasta que se agoten.
Simplemente úsalo al comienzo de la pelea y tus golpes derribarán en poco tiempo a cualquiera que se cruce en tu camino. Solo tienes que tener en cuenta los tipos de ataques a los que es débil.
Naturalmente, también podrÃas no usar esta habilidad y buscar sus vulnerabilidades y patrones de ataque, ¿pero porqué ponértelo más difÃcil?
No todo es malo, desde luego. Es divertido avanzar por los niveles, explorándolos mientras matas enemigos sin preocuparte de nada más. De vez en cuando sueltan armas, o las encuentras en cofres, y puedes entrar en la pantalla de equipo para ver qué has conseguido, si es mejor que alguna de las armas que llevas, si merece la pena perder un poco de ataque a cambio de alguna habilidad especial o si la puedes mejorar. Las mejoras son solo sobre la potencia de ataque, y aquà han desperdiciado una buena oportunidad porque ni las armaduras ni los accesorios se pueden mejorar, incluso aunque tienen un nivel igual que las armas y a primera vista parece que sà se deberia poder.
Más adelante conseguirás alguna habilidad que te permite colocar bombas para despejar alguna roca que te cierra el camino, o saltar desde trampolines esparcidos por el mundo. Esto te permite descubrir nuevas zonas con mejores premios y enemigos más fuertes, ofreciendo un aliciente para recorrer de nuevo niveles anteriores. Sus 30 horas de juego pueden aumentar si quieres descubrir todos los mapas o conseguir todos los finales.
La música no es muy variada, pero es animada y agradable de escuchar durante horas. Los efectos sonoros están bien si exceptuamos como ya dije antes todo lo referente a Hundred Knight. El juego está en inglés con parte de los diálogos hablados, y por suerte no rechina ninguna de las voces. Los gráficos no son nada del otro mundo pero sà bastante variados. Hay algunos niveles que te hacen sentir como si estuvieses allÃ: una montaña con el silbido del viento contra los barrancos y la lluvia cayendo me sorprendió gratamente, y algunos castillos o poblados también están muy bien acabados. Pero los enemigos no tienen imaginación, ni los normales (flores, arañas, insectos de todo tipo) ni muchos de los jefes.
Nippon Ichi ha desaprovechado un buen personaje y un tipo de juego que no deberÃa ser tan difÃcil de hacer bien. Tiene algunas cosas buenas pero sus puntos positivos no consiguen compensar el gran número de negativos que hacen de The Witch and the Hundred Knight un juego mediocre.
Menuda decepción, la verdad. Esperaba mucho más de este juego, y estuve a punto de comprarmelo el sábado pasado.
No me ha gustado NADA el rollo ese de las gigacalorÃas. Está visto que he hecho bien en no comprarlo, tengo demasiadas cosas pendientes en la estanterÃa como para perder el tiempo con juegos reguleros.
Pues mira tu que a mi me llamaba, pero visto lo visto paso…