Análisis: The First Templar

6 de septiembre de 2011 a las 8:59 pm

Haemimont Games es una desarrolladora búlgara responsable de las sagas de estrategia en tiempo real Tzar e Imperium, así como las últimas entregas de Tropico. En esta ocasión nos traen un título de acción, desarrollado tanto para PC como para Xbox 360 y se nota tanto la falta de experiencia en el género como de presupuesto. Este análisis está basado en la versión de consola.

Estamos en las cruzadas y seguimos las aventuras de un par de templarios en su búsqueda del Santo Grial. No solo el argumento es de lo más poco imaginativo que podríamos esperar de un juego basado en esta época, si no que tenemos que soportar otro topicazo: Celian, el templario protagonista con labios inyectados en botox es amnésico. Sí, el mismo gancho que emplean los videojuegos desde hace más de 20 años está presente aquí, porque todos sabemos que los maestros templarios asignan a los subordinados con mayores problemas de seguridad las misiones más importantes de la Orden.

Si al menos la historia fuese interesante, con algún giro inesperado, bien contada, o con personajes carismáticos podríamos pasar por alto estas minucias. Después de todo, el Santo Grial da para mucho, con todas las leyendas y conspiraciones que han ido apareciendo a lo largo de los siglos. La realidad es que el Grial es usado como un simple trasfondo que desaprovechan por completo, y su búsqueda es tan sencilla y directa que parece que supiesen exactamente donde buscar.

Los personajes son tan planos que ni siquiera se merecen ser protagonistas, los enemigos son igual de aburridos y lo único que alegra un poco el argumento son los pequeños documentos y curiosidades que aprendemos sobre los templarios y la época en general en las tumbas que puedes descubrir durante la partida.

Pero estando frente a un juego de acción tengo que reconocer que la historia no es exactamente lo más importante. Podría haberle sacado defectos parecidos al personaje de Kratos en God of War para luego reconocer que la acción y jugabilidad son excelentes.

Esto no pasará en First Templar. No es que sea un mal juego, es que simplemente cumple los mínimos exigibles de este género. El combate es sencillo, con botones para ejecutar distintos ataques según los golpes que hayas comprado, y la posibilidad de bloquear a tus enemigos, rodar fuera de peligro o ejecutar contraataques.

A los golpes básicos puedes añadir los que desbloqueas de un árbol de habilidades bastante extenso (pero también poco variado) con la experiencia que te dan. Puedes conseguir ataques de carga, daño extra o por la espalda, mejoras en tus cuchillos, y también aumentos de vida y de devoción, que se usa precisamente para ejecutar los ataques especiales y que se recarga durante la lucha.

En las peleas suele haber bastantes contrincantes con soldados de todo tipo, con lanzas que te pueden echar al suelo, escudos que tienes que romper antes de poderlos derrotar, y arqueros que no paran de lanzar flechas a distancia. También aparecen de vez en cuando unos enormes monstruos deformes que han salido de las cárceles de la Inquisición, perros que se tiran a morderte y algunos caminos están plagados de trampas para osos.

Aún así durante todo el juego no te encontrarás nunca en peligro, en parte por lo fáciles que son los combates y en parte por la cantidad de objetos curativos que encontrarás. Hay pocos momentos en los que puedes morir, y normalmente no son en peleas.

Hay alguna fase que está dedicada exclusivamente a resolver puzles sencillos y esquivar trampas (cuchillas que salen del suelo, chorros de fuego, troncos en movimiento… las típicas de Prince of Persia) y ahí puedes acabar rápidamente con tu vida, y otros momentos en los que tienes un tiempo límite para acabar con los enemigos o tienes que pasar sigilosamente y evitar que te vean. Si fallas te «matarán» y tendrás que volver a empezar esa parte de la fase.

En tu aventura irás siempre acompañado de otro personaje que pelea bastante bien, tanto que seguramente matará el mismo número de enemigos que tú y además sin sufrir daño, y al que puedes controlar manualmente si lo ves necesario. Puedes también jugar toda la partida en cooperativo online, y un amigo (o un desconocido si lo prefieres) puede unirse a tu partida en cualquier momento.

Han añadido una extraña mecánica que consiste en «estar atento». Pulsando un botón puedes examinar con detenimiento lo que hay a tu alrededor, lo que es útil para descubrir trampas ocultas en algunas fases o huellas en el suelo que pueden conducirte a algún tesoro. Es algo que solo usarás en las fases con trampas y el resto del tiempo te olvidarás de que existe.

La historia transcurre a lo largo de unas 20 fases, bastante variadas pero con una calidad gráfica inconsistente. Tanto puedes disfrutar de unas vistas preciosas de una ciudad como ver enormes extensiones de arena en el desierto o pasillos de piedra clónicos. La cámara es libre pero no se mueve de una forma suave si no a pequeños saltos, lo que a veces resulta bastante molesto. Hay varios problemas relacionados con el orden en que haces tus misiones: hay momentos en que no podrás continuar si no te acercas a un punto del mapa concreto, o te harán repetir las mismas acciones una y otra vez hasta que las hagas en el orden en que ellos habían pensado que tenías que hacerlas.

Las escenas que narran la historia son probablemente su mayor punto flaco, con animaciones mal hechas, andares tiesos, conversaciones poco interesantes y con un pésimo doblaje. Y lo que es peor, con cambios constantes y extremos de volumen entre cada frase. Todo está en inglés aunque la versión para PC que edita FX Interactive está en castellano.

La rejugabilidad es bastante escasa. Una vez terminas el juego puedes volver a comenzar cualquiera de las fases para sacar los objetivos secundarios que no hubieses conseguido la primera vez, o encontrar los cofres que desbloquean armas y trajes que sirven para cambiar la apariencia de los personajes pero no tienen ninguna influencia en tus habilidades ni en el combate.

A menos que hayas ido empeñado en pasarte el juego a toda velocidad es probable que hayas conseguido casi todos los objetivos adicionales y encontrado todos los cofres y tumbas. Éstos salen marcados en el minimapa con cruces blancas cuando te acercas, lo que no favorece precisamente la exploración, y en muy raras ocasiones tienes que examinar algún objeto para que se marquen.

En total serán de 10 a 12 horas de juego para hacer una partida «incompleta» (te faltará alguna misión) que es lo habitual para un juego de este tipo. Siempre puedes comenzar de nuevo en otro nivel de dificultad o conseguir todos los logros, que son bastante sencillos excepto quizá los de jugar online varias fases con distintas personas, más que nada porque seguramente no quedará gente jugando dentro de poco tiempo. El juego ha salido a precio reducido (19,95 en el formato PC, 49,95 para consola) así que no es una mala compra.

Al final todo depende de tus exigencias. First Templar tiene muchos problemas pero casi todos son debidos al poco reto que presenta el combate y a lo mucho que se le nota su bajo presupuesto. Para pasar el rato es un juego perfectamente válido y yo me lo he pasado bastante bien mientras ha durado.

 

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